Tanto quienes frecuentan Internet como los moradores urbanos deben reconocer que la era del anonimato está finalizando.
La población mundial es de unos 7 mil millones. De modo que sólo se requiere de 10 dígitos para etiquetar a cada ser humano únicamente.
Esta simple observación aritmética ofrece una poderosa comprensión de los límites de la privacidad. Dicta algo que podríamos llamar la Regla de los 10 Dígitos: apenas unos 10 dígitos de información personal distintiva son suficientes para identificarlo a ud. únicamente. Son suficientes para despojarlo de su anonimato en Internet o llamarlo por su nombre cuando camina por la calle. La Regla de los 10 Dígitos significa que a medida que nuestros aparatos electrónicos se hacen más charlatanes, y las bases de datos se hinchan, debemos aceptar que en la mayor parte de nuestras caminatas en la vida, estaremos llevando nuestros nombres pegados en la frente.